nuestra historia
Por más de dos décadas viví con un trastorno de la conducta alimentaria (TCA). Hice cosas inimaginables para encajar dentro de los estándares de belleza y lo único que logré fue acabar con mi salud mental. En el 2021 tomé la decisión de iniciar mi proceso de recuperación con una colega especializada en TCAs porque me di cuenta de que el problema no era mi talla, sino mis creencias. Ir a terapia me cambió la vida. Yo pensaba que era la única que se sentía mal consigo misma, que se sentía frustrada, brava y cansada. Juraba que las demás personas estaban viviendo felizmente sus vidas. Creía que a nadie más le pasaba igual. Hasta que empecé a hablar. Le conté a mis personas y me di cuenta de que, aunque no todas tenían un TCA como yo, también tenían días difíciles con el espejo, también querían cambiar otros aspectos de sus vidas y no se sentían tan satisfechas como yo pensaba. Y, saber eso me ayudó más de lo que esperaba. No porque me alegrara que tuvieran problemas, sino porque me sentía acompañada.
Fue así como nació Igual-mente, pues quise ser una voz de apoyo para todas esas personas que piensan que son las únicas a las que les pasan cosas. Entonces, para crear consciencia sobre la importancia del cuidado de la salud mental, lancé una colección de Recordatorios Andantes (sacos, camisetas, pulseras, pines y stickers), empecé un podcast que se llama “Me pasa igual” en Spotify y en Apple Podcasts en el que hablamos de las cosas que poco se hablan y empecé a crear contenido para que cada vez seamos más personas las que sepamos que siempre siempre siempre hay alguien más a quien le pasa igual.